Lo que se plantea en este capitulo es que el poder del proposito es muy fuerte, cuando un proposito vale realmente la pena uno pone todo de su parte, uno se entrega por completo y se olvida de todo, hasta de uno mismo. Lamentablemente no todos pagan el precio que cuesta llegar a cada objetivo y quedan en el camino, son pocos los que llegan. Para conseguir llegar a la meta hay que tener voluntad, entrega, fe, confianza, esperanza y alegria, hay que ser fuerte ya que es muy facil que la pereza, el aburrimiento, la resignacion, la impaciencia nos ganen.
Todo va en como cada uno enfente las cosas y en la fuerza que se tenga.
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